La primera vez que viajé a Florencia fue, sin saberlo, a través del cine. En mi segundo año de estudios superiores, tenía una profesora que amaba Italia y en concreto Florencia. Recuerdo que siempre se lamentaba de la enorme cantidad de turistas que se encontró en su primer viaje a la capital toscana. Un día, hablando de cine, me recomendó que viera la película ‘Una Habitación con Vistas’, pero justo en esa ocasión no comentó nada de Florencia.
La primera visión
Cuando llegó el fin de semana, como hacía habitualmente en aquel entonces, fui a casa de mis padres a pasarlo en familia, ver a mis amigos del pueblo y descansar. El fin de semana era también el momento en el que aprovechaba para ver cine, así que aquel sábado vi aquella recomendación: Una Habitación con Vistas.
‘’A saber qué película me encuentro…’’ pensaba. No sabía qué esperarme de aquel consejo, pues mi profesora no había dado ningún detalle.
Casi lo primero que vi en pantalla fue un jovencísimo rostro de Helena Bonham Carter, junto con una Maggie Smith en la flor de la vida, rubia como nunca lo hubiese imaginado. Ambas, sobrina y tía respectivamente, se encontraban en una pensión. A juzgar por el nombre intuía que sería italiana. Cuando la camarera recibe a Maggie Smith como ‘’signora’’, estaba claro. ¿Pero dónde?
En la primera escena sus personajes debaten sobre la mala suerte que han tenido al recibir una habitación sin vistas. ‘’¡Estar en Florencia en una habitación sin vistas!’’ Se quejaba el personaje de Carter.
Una Habitación Con Vistas... a Florencia
¡Florencia! Cómo no… esta profesora mía y su obsesión por Florencia. Me fue inevitable esbozar una sonrisa y acomodarme ansioso por ver lo que el filme me ofrecería.
Unos amables y peculiares caballeros ingleses se ofrecen a cambiarles su habitación, que sí tiene una buena vista. Cuando Carter llega y abre la ventana, la Cúpula de Brunelleschi aparece al fondo pero cercana al igual que la torre del Palazzo Vecchio. Sólo el Arno y el Ponte Vecchio se acercan más a la ventana, casi pegados.
Por supuesto yo había visto muchas imágenes de Florencia antes, pero en aquel momento sentí que esa era mi primera visión de la ciudad y que como el personaje de Carter acababa de abrir una ventana a esa preciosa ciudad.
En su primer paseo por Firenze, tía y sobrina se dividen. La primera visita la Plaza della Santissima Annunziata con el Hospital de los Inocentes. La segunda, la Plaza della Signoria y la Basílica de Santa Croce.
Florencia que espera detrás de una ventana
A partir de ese momento me olvidé de la recomendación, de mi profesora y de por qué estaba viendo aquella película. Me sumergí en la historia y en el viaje, disfrutando y descubriendo Florencia con aquellas jóvenes inglesas y con su preciosa banda sonora. Viajando en carro hasta las colinas de Florencia, que es imposible que no luzcan celestiales sea como sea que se filmen y tomando un aperitivo tumbado con ellas. Con la vista en la Catedral de Florencia y la mente en ninguna parte.
Una Habitación Con Vistas comienza en una habitación sin vistas y acaba con una ventana ocupada por dos enamorados y por las vistas de la maravillosa Florencia. Mi historia con Florencia también comenzó en una habitación sin vistas al Arno, pero sueño con un final similar.