El David de Miguel Ángel es una de las obras de arte más influyentes de la historia. Una escultura que ha marcado nuestra cultura desde hace más de 500 años cuando Miguel Ángel, en un taller de Florencia, sacó a un ángel del mármol. Si os parece una afirmación exagerada debéis ajustar cuentas con Michelangelo, pues estas son palabras del propio artista. El David de Miguel Ángel se conserva en la Galería de la Academia de Florencia, uno de los museos de la preciosa capital de la Toscana. ¿Qué hace al David una obra maestra? ¿Por qué atrae a millones de visitantes? Conozcamos un poco más al ciudadano más famoso de Florencia.
El nacimiento del David, la escultura de Miguel Ángel
El David de Miguel Ángel nace por un encargo de Opera del Duomo a Miguel Ángel Buonarroti. La escultura del David sería una de las 12 que decorarían la naciente Catedral de Florencia. Aunque el David nunca llegaría a cumplir su función original.
El maestro Buonarroti, en aquel entonces con sólo 26 años, comenzaría a trabajar en la escultura en el 1501 y la remataría en el 1504. Para escoger el material con el que esculpir a su David, Michelangelo sorprendió a todos con una extraña elección. En los talleres de la Opera del Duomo había sido apartado un enorme bloque de mármol de Carrara. Antes que Buonarroti, dos artistas habían ya intentado realizar alguna escultura en el bloque y ambos había desistido. La calidad de aquel mamotreto de mármol era escasa, incluso en el intento anterior al David, un enorme hueco se había formado en las intentonas del escultor por sacar algo de aquel material.
El joven Miguel Ángel paseaba por los talleres (hoy Museo dell’Opera del Duomo) cuando se frenó en este bloque y se quedó largo y tendido observándolo mientras caminaba rodeándolo. Entonces, el genio decidió que de ahí nacería su escultura del David. Aunque, según sus palabras, fue el mármol quien lo escogió a él. ‘’He visto a un ángel y he esculpido hasta liberarlo’’, dijo Miguel Ángel al finalizar su trabajo.
¿Dónde está el David de Miguel Ángel?
Cuando el David de Miguel Ángel estuvo finalizado y listo para llevar a la Catedral de Florencia, el resultado impactó tanto a la Opera del Duomo que reunieron a un grupo de personajes ilustres de la ciudad para decidir donde colocarlo. Entre aquellos personajes estaban grandes artistas como Leonardo da Vinci, Botticelli y Perugino, el maestro del gran Rafael.
Aquel consejo decidió que el mejor lugar para el David de Miguel Ángel sería la Plaza della Signoria y no la catedral. Y allí estuvo el David hasta 1873, cuando fue trasladado a la Galería de la Academia. Si te preguntas dónde está el David de Miguel Ángel, su actual ‘’residencia’’ en Florencia es la Galería de la Academia.
La victoria del David, la victoria de Florencia
Con esta decisión, el renombrado consejo de artistas otorgaba al David de Miguel Ángel un significado político y no religioso como inicialmente sería. Pues Florencia acababa de ser nombrada una República y el David estaría en la plaza donde residía (y reside) el poder político de la ciudad. El David, personaje bíblico que da muerte a Goliat, representaba así la libertad del pueblo florentino que, ante el gigante del poder de los Medici, había derrotado a su enorme rival ganando su libertad.
Además el David de Miguel Ángel se posicionó en la plaza mirando hacia Roma. Con un claro mensaje a los Estados Pontificios y al poder papal de Roma. El pueblo de Florencia había derrotado a su opresor y miraba desafiante al mayor poder de Italia. Con confianza de poder derrotar a otro gigante al igual que David.
El David, la estatua con tamaño y proporciones... ¿perfectas?
El David, a pesar de no ser el gigante sino quién lo derrota, es una estatua de dimensiones grandiosas. Algo con lo que Miguel Ángel también sorprendió. La estatua del David de Miguel Ángel pesa más de 5 toneladas y mide más de 5 metros de altura.
¿No tiene las manos demasiado grandes? ¿Y la cabeza? Estas son dos de las preguntas más frecuentes que surgen en los visitantes que observan la estatua del David por primera vez. La respuesta es clara: sí. Ambos elementos son desproporcionados a las proporciones a priori perfectas del David. ¿Es un error? ¡En absoluto! Miguel Ángel esculpe la mente y las manos más grandes intencionadamente. La mente es lo que nos diferencia como humanos, el intelecto es nuestro mayor poder. Sólo gracias a esto David consigue vencer a Goliat. Y las manos son nuestro instrumento para dar acción a nuestro intelecto. Como David, que con su ingenio consigue descifrar como derrotar al gigante pero necesita sus manos para ejecutar sus ideas. Michelangelo una vez más ilustraba al mundo del arte con su escultura.
Un realismo inalcanzable
Además de la fascinante belleza global del David, su monumental tamaño y su igualmente grande significado, lo que marca la diferencia en la famosa estatua es su enorme nivel de detalle. La musculatura y su minuciosa representación es algo que Miguel Ángel consiguió como pocos en su David. Además, las uñas e incluso las venas son de un realismo increíble. Sobre todo los detalles de tendones y venas de sus manos son lo más parecido a la perfección.
Según algunas leyendas, ante tal realismo Miguel Ángel habría incluso dudado de que el David pudiese cobrar vida de verdad. Y que, una vez rematado, golpeó la rodilla de la estatua con un martillo preguntándole ‘’¿por qué no me hablas?’’
¿Cómo visitar el David de Miguel Ángel?
Para visitar el David de Miguel Ángel, podemos hacerlo en la Galería de la Academia de Florencia, abierta de martes a domingo 09:00 a 18:45.
El precio de la entrada es de 12€. Los ciudadanos europeos de entre 18 y 25 años tienen un descuento especial y su entrada cuesta únicamente 2€.
Como vemos, pese a ser sólo una estatua, el David de Miguel Ángel representa mucho más. Por algo es una de las obras de arte más importantes de la historia. Para disfrutar al máximo de él y del resto de obras de la Galería de la Academia, os recomendamos que lo visitéis acompañado por un guía local. Podéis acompañarnos en uno de nuestros tours y conocer con nosotros al único e inigualable David de Miguel Ángel.